Artesanías sobre materias duras animales en la Edad del Hierro en el Este de la península Ibérica. El conjunto arqueológico de Ullastret
Las artesanías sobre materias duras animales en época ibérica son una parte de la cultura material que, hasta el momento, habían sido generalmente relegadas en las investigaciones arqueológicas sobre la Edad del Hierro peninsular; una realidad que, grosso modo, se extiende también al ámbito europeo.
Sin embargo, a partir del estudio llevado a cabo acerca de este tipo de objetos en yacimientos ibéricos, con cronologías que abarcan desde el s. VII al s. I a. C, se ha podido comprobar cómo este tipo de útiles y adornos eran más habituales en la Edad del Hierro que lo supuesto hasta la actualidad, estando presentes en mayor o menor medida en los aspectos cotidianos, artesanales, sociales, económicos, funerarios y/o simbólicos del mundo ibérico. Por tanto, se ha subrayado la relevancia del análisis de esta clase de industrias, en convivencia con otras producciones artesanales como la ebanistería, la metalurgia o la orfebrería.
Uno de los conjuntos más numerosos de artefactos elaborados en hueso, asta, cuerno y/o marfil, así como de las evidencias de diversas fases de las cadenas operativas de sus producciones, ha sido identificado en el complejo arqueológico de Ullastret (Girona), integrado por los espacios de hábitat de la Illa d’en Reixac y el Puig de Sant Andreu, el barrio periurbano de Gou-Batlle y la necrópolis del Puig de Serra (Serra de Daró). En este trabajo se presentan los resultados de los análisis taxonómicos, tipológicos, tecnológicos, funcionales y contextuales de las piezas documentadas depositadas en el Museu d’Arqueologia de Catalunya – Seu Ullastret. Se han revisado los materiales tanto de las excavaciones antiguas como de los trabajos arqueológicos que todavía hoy se llevan a cabo en el oppidum, obteniendo así una visión fidedigna de todo el conjunto arqueológico. Se incidirá en las evidencias de producción artesanal sobre estas materias primas en los espacios de hábitat, así como en las concentraciones más destacadas de piezas identificadas, como el departamento 32 de la zona Predi Nord Subirana del Puig de Sant Andreu excavado por M. Oliva en los años 70 o en la zona 14 excavada a principios del s. XX por A. Martín y el equipo del MAC-Ullastret, entre otros.
Además, resulta especialmente interesante que este conjunto de materiales permite comparar las piezas recuperadas en diversos espacios de hábitat con el caso de la necrópolis, mostrando así tanto los rasgos compartidos entre ambos contextos como sus particularidades. Por ejemplo, artefactos como las bisagras, los mangos, las cuentas y las tabas trabajadas son las piezas más habituales en los espacios domésticos, mientras que los apliques o placas decorativas tienen una mayor presencia en los ajuares funerarios.
La revisión de este conjunto de artefactos nos ha permitido identificar el uso de materias primas frecuentes en este tipo de industrias, como los huesos de mamíferos de talla media y grandes, las astas de ciervo o los astrágalos de ovicaprinos, pero también de algunos más excepcionales: un diente de oso, un posible hueso de cetáceo y marfil de elefante.
Por ello, consideramos que a través del ejemplo del complejo arqueológico de Ullastret puede evidenciarse la relevancia de estas producciones artesanales en la Edad del Hierro, incidiendo en la clase de piezas documentadas, en las técnicas y herramientas empleadas y en el valor dado a los objetos, planteando los posibles lugares de producción de este tipo de artesanías, así como profundizando en aquellas piezas o materias primas que pudieron llegar a través del contacto y del comercio mediterráneos.