Retorno a Los Millares. La industria ósea en el mundo funerario calcolítico
Una necrópolis muestra necesariamente una visión parcial de la sociedad. En sus ajuares no podemos esperar encontrar los mismos elementos que existirían en el devenir doméstico de los vivos, pero si encontramos muchos elementos que nos permiten acercarnos a las características propias de las culturas que los crearon y se definieron a partir de ellos.
El Museo Arqueológico Nacional conserva la más completa colección de los ajuares funerarios del yacimiento almeriense de Los Millares (Santa Fe de Mondújar). En este yacimiento que continúa siendo referente para el estudio del Calcolítico en la Península Ibérica, más de 10.000 objetos fueron recuperados en las excavaciones realizadas por Pedro Flores para Luis Siret a finales del s. XIX, si bien, como el propio Flores reconoce, no todos ellos fueron recogidos.
En este conjunto destaca por la calidad y por el número de piezas conservadas, la industria ósea, que supone en torno a un 30% del total de los materiales de la necrópolis, lo que, pese a las preselecciones de Flores, nos da una idea de la importancia que la industria ósea tuvo para la sociedad millarense.
En las tumbas de Los Millares parecen predominar los objetos de adorno y aquellos a los que atribuimos un carácter simbólico, frente a útiles de carácter práctico, lo que no es extraño en un espacio funerario. Pese a ello, y aunque todo ajuar funerario pueda considerarse una ofrenda de carácter simbólico, puesto que se deposita donde ya nadie va a poder darle un uso real, venimos defendiendo una desacralización de algunos de estos elementos culturales, proponiendo usos funcionales o incluso lúdicos en la primera concepción del objeto.
Entre los ajuares funerarios de la necrópolis de Los Millares, hay ornamentos muy sencillos, como las cuentas de collar sobre diáfisis, frente a objetos exóticos de procedencia foránea y de compleja elaboración, como el peine de la tumba 12, por ejemplo. Estas diferencias marcan posibles disimilitudes en la organización social de estas poblaciones, pero también nos hablan del desarrollo tecnológico de sus creadores, de sus gustos estéticos o de la existencia de redes de distribución de productos y materias a larga distancia. Tras una visión general de la industria ósea de Los Millares, nos centraremos aquí en el estudio de aquellos objetos que consideramos que se desligan, al menos parcialmente, de las dos atribuciones principales de los ajuares funerarios (el ornamento y las creencias), proponiendo otras lecturas.
A través de los objetos realizados en hueso, marfil, asta o concha conservados en nuestras colecciones y con el apoyo del archivo documental de Luis Siret trataremos de aproximarnos al papel que la industria ósea desempeño para quienes la depositaron para que acompañase a los moradores de la ciudad de los muertos en su último viaje.