La promoción de las elites de las paruae civitates en las capitales provinciales
Las posibilidades de promoción social para los más ricos y mejor dispuestos fue el principal elemento de cohesión e integración creado por Roma para definir las sociedades provinciales a partir del principado.La admisión por censo en los ordines decurionales y el desempeño de las magistraturas urbanas podía prolongarse para algunos en el reducido orden ecuestre que daba acceso a los tribunados militares, las procuratelas y la judicatura en la propia Roma.
Incluso, en algunos casos excepcionales, permitía la adlectio o admisión en el selectísimo orden senatorial.
En ese camino de promoción las relaciones de patronazgo resultaban imprescindibles y aquí la estructura de los conventos jurídicos y las grandes asambleas provinciales proporcionaban cada año y de forma magnífica el mecanismo de relación que permitía el conocimiento mutuo y el establecimiento de las alianzas familiares.En la gran plaza de representación del que llamamos Foro Provincial de Tarraco cientos y cientos de estatuas fueron dedicadas por todo tipo de ciudades
provinciales a sus grandes hombres y mujeres benefactores, convirtiendo el lugar en un auténtico locus celeberrimus de referencia.En posición destacada, los flámines y flamínicas del culto imperial recibían el mismo homenaje al acabar sus mandatos anuales por parte de la gran asamblea de la provincia, el concilium pHc.Veremos diferentes ejemplos de este camino de promoción extendido por capilaridad a la totalidad del territorio provincial y de todas sus ciudades cualquiera que fuera su importancia y tamaño.
Dr. Joaquín Ruiz de Arbulo, catedrático de la Universitat Rovira i Virgili.