Epigrafía árabe sobre madera
En la Edad Media la madera se usó para el techado de edificios y habitaciones y para cerrar éstas y otros locales (puertas y ventanas). Entre las varias formas de trabajarla, las más frecuentes fueron la pintura y la talla; con esta técnica se grabaron inscripciones en relieve que se solían presentar con escritura cúfica o grafía cursiva y de ellas existe una amplia representación en Toledo y Sevilla. Puede decirse que los epígrafes esconden textos religiosos coránicos, fragmentos poéticos y doxologías islámicas, “motivos-tipo” a menudo proyectados en espejo. Las inscripciones realizadas en madera continuaron usándose en los reinos cristianos durante la baja Edad Media. Se aporta una novedosa relectura de un texto fundacional sevillano.