Almazán (Soria): «infra murum coemeterii media»
Comunicación: Como consecuencia de las obras de restauración y puesta en valor de un largo tramo de la muralla medieval de Almazán (Soria), en la zona más oriental, inmediata al portillo de Santa María, se encontraron importantes testimonios de una necrópolis, también medieval, cuya existencia era desconocida. Compuesta de varias tumbas, su interés radica en que todas ellas se localizan a una cota inferior a la de la muralla, por lo que la necrópolis, formada por tres sucesivas tandas, necesariamente ha de ser anterior a ésta; una muralla, que, datada en el siglo XII, había sido considerada como la estructura más antigua de Almazán. Todas las tumbas, con una orientación oeste-este, resultan de notable interés en cuanto a su configuración y ritual asociado. Abiertas en el terreno natural, las tumbas son o bien en cista o bien formadas por fosas individuales de un metro de profundidad —abiertas a propósito para cada fallecido—, con presencia de una obra de adobes en los laterales largos, que serviría para crear una cámara en la que se colocaban los difuntos en posición dorsal, y que, a modo de sarcófago natural, se tapaba con tablas de madera, que, afortunadamente en muchos de los enterramientos, se encontraron sin apenas alteración en su posición original.