Cambios urbanísticos en la Caesaraugusta del siglo III
La colonia Caesaraugusta se funda hacia el 15 a.C., y a raíz de dicha fundación se organiza de forma metódica la trama urbana y sus infraestructuras, sin desvincularse de los ejes marcados por la ciudad de Salduie que ocupaba parte del solar de la nueva colonia. Podemos suponer que el pomerium primitivo abarcaba el espacio comprendido entre la avenida César Augusto, el Coso y el río Ebro, al menos hoy podemos considerarlo así. Poco tiempo después, quizá a partir de que se acometieran grandes obras monumentales en la ciudad y ésta fuera haciéndose más importante, el núcleo urbano se extendió hacia el este y, posiblemente, hacia el sur, aunque esta última zona es arqueológicamente más confusa.
A partir de la segunda mitad del siglo III, la situación general del Imperio hace necesaria la fortificación de las ciudades, reduciéndose los perímetros en muchos casos para facilitar la defensa. En esta dinámica entra claramente Caesaraugusta, cuya muralla, tal como hoy la vemos, debió erigirse en la segunda mitad del s. III. A partir de esta circunstancia se produce un hecho que tiene una gran importancia para el asunto que tratamos y para la historia posterior de la ciudad. Los barrios periféricos se despueblan, concentrándose la habitación en el interior amurallado, lo que trajo consigo el aumento de densidad y el abandono del caserío exterior. Limitada por la muralla, ésta se convierte en el elemento urbano más característico, adquiriendo un protagonismo indiscutido. Esta situación se mantendrá hasta que se vuelvan a habitar arrabales y barrios periféricos y se cree una segunda muralla más amplia que los abarque. Ello no sucede hasta el s. XI, en época de la taifa sarakustí. En todo el estadio intermedio entre los siglos III y el XI, la impronta del urbanismo romano se va difuminando hasta desaparecer, no quedando en el callejero actual huella anterior a la época bajomedieval, cuando se van consolidando definitivamente los barrios. Así, mientras que en el núcleo de la ciudad podemos apoyarnos para nuestras reconstrucciones en las llamadas «fosilizaciones» del trazado clásico, para el resto de la ciudad romana solo contamos con los restos arqueológicos.
Caesaraugusta es una ciudad romana de calles ortogonales, con cardos orientados norte-sur (suroeste-noreste) y decumanos este-oeste (noroeste-sureste). La orientación de los restos romanos encontrados en la zona oriental, entre el Coso y la calle Asalto, sigue escrupulosamente la misma orientación que el resto, cloacas y canales incluidos. En la zona sur y sudoeste, donde no se han encontrado cloacas, las relaciones ortogonales siguen existiendo y la orientación resulta la misma que la del centro y zona oriental; lo mismo sucede con los restos del suburbium occidental, más allá de la puerta decumana oeste.