La contribución de la investigación bio-arqueológica al debate actual sobre el surgimiento de la complejidad social en la Edad del Bronce en Europa
El modo de vida neolítico se desarrolló en el Próximo Oriente hace alrededor de 12000 años y se extendió a Europa central y la Península ibérica a través de diferentes rutas durante los milenios siguientes. Financiado por diferentes ayudas de la Fundación de Investigaciones Alemanas durante más de una década, nuestro grupo de trabajo en paleogenética ha estado trabajando de manera integrada en distintos proyectos acerca de la historia de las poblaciones y de los asentamientos de la Europa prehistórica. Nuestro primer estudio estuvo dedicado a la región centroeuropea del Medio Elba- Saale, mientras que la segunda región estudiada fue la cuenca de los Cárpatos, que tuvo un papel fundamental en el poblamiento del Neolítico antiguo del centro y sudeste de Europa. La tercera región en estudio fue la Península ibérica. Se ha propuesto que esta última sería el escenario de una historia cultural contemporánea pero independiente, especialmente en comparación con las otras dos regiones estudiadas. Los tres proyectos comparten de forma subyacente un concepto coherente. En primer lugar, este concepto implica un enfoque multidisciplinar que incluye un método arqueológico, antropológico, molecular, bioquímico y geoquímico. En segundo lugar, nuestro objetivo es generar un panorama general de la neolitización de Europa teniendo en cuenta no sólo la ruta migratoria desde el Medio Oriente, a través de los Balcanes, hacia Europa central. También investigamos cómo datos procedentes de Alemania, Hungría y la Península ibérica e información adicional publicada acerca de ADN antiguo pueden ser utilizados con vistas a desarrollar una explicación más amplia, paneuropea, de las diferencias en las dinámicas poblacionales, entre la llegada de las primeras poblaciones agricultoras y el establecimiento de las primeras sociedades de la Edad del Bronce.
