La protección de las vías públicas en la legislación postclásica y justinianea
Las calles y las carreteras son vitales para el desarrollo de una ciudadanía activa. Desde principios de la República el Derecho romano dispone de diversos instrumentos procesales y policiales para la preservación de las vías públicas. Las leyes municipales serán más adelante un ejemplo de la protección pública de calles y caminos, en tanto ha de preservarse la estética urbanística, la salubridad, se eviten acechanzas y la lucha contra incendios, la interconexión campo/ ciudad, así como facilitar el comercio y la defensa del Imperio. Además, en una época de esplendor en la que el evergetismo ciudadano está en su máximo apogeo, los munícipes son corresponsables del mantenimiento de las calles frente a su propia casa, tal y como se desprende de los textos jurisprudenciales. También se prohíbe que se construya algo en ellas, o que se coloque algo que obstaculice su uso, o que se eche basura, o haya en ellas cuerpos muertos, ni pieles.
Ahora bien, la usurpación de espacios ciudadanos es un fenómeno que se acentúa en momentos de debilitamiento del Poder público, y esta práctica se hace habitual cuando se trata de edificios que bien se proyectan indebidamente hacia las calles o que directamente la ocupan; y en la misma línea ha de hablarse de los callejones, de las avenidas y de los pórticos. Los siglos IV, V y VI d.C. son testigos de estas actitudes incívicas. Algunas constituciones imperiales advierten a su población que devuelvan sus antiguos derechos a la sacratísima ciudad; no habiendo de faltar multas si alguno intentara en lo sucesivo tener tal audacia. El emperador Justiniano retomará medidas clásicas para en una sociedad aún bajo imperial tratar de crear una renovatio imperii , y así por ejemplo, en el ámbito que nos ocupa, dará nuevamente vigor a aquellos interdictos en defensa de vías públicas, y los dará perpetuamente, y a todos, y contra todos. No obstante, ni siquiera él con su ambicioso proyecto podrá evitar la situación de grave deterioro del tejido urbano, con lo que ello revela de estancamiento político y económico de los centros urbanos.
