Poblados campesinos fortificados en época Almorávide
La investigación arqueológica de estos últimos años está documentando un desconocido proceso generalizado de concentración de campesinos en el interior de poblados perfectamente fortificados, en un contexto del siglo XII y con anterioridad al dominio político-militar Almohade de al-Andalus.
Poblados fortificados que, en su mayoría, poseen una orografía similar: al levantarse sobre pequeñas elevaciones o mesetas, próximas a los ríos o a los manantiales de agua. A esta característica hay que añadir el que son asentamientos de nueva planta y, por tanto, no responden a una reocupación ni una continuidad de antiguos establecimientos islámicos, sino que son nuevas instalaciones en lugares deshabitados desde la Antigüedad.
Asentamientos perfectamente fortificados por muros levantados en fábricas de tapial que facilitan el desarrollo de plantas en cremallera, reforzadas por cubos en saliente y con ingresos muy elaborados, provistos de rampa y trazado en codo.
Presentamos una primera geografía que, indiscutiblemente, se irá ampliando al ritmo de las investigaciones arqueológicas y que, en su conjunto, cimientan la hipótesis de encontrarnos ante un proceso, de concentración de poblaciones campesinas en asentamientos fortificados, producido a lo largo del siglo XII. La aparición de estos poblados campesinos resulta difícil de explicar desde una segmentación de las antiguas alquerías del lugar, ya que se levantan o establecen en territorios sin población anterior o muy escasa. Así mismo, no parecen que sean el fruto del crecimiento natural de las comunidades campesinas. Más bien, son grupos nuevos de población y no responden a comportamientos o experiencias anteriores, si nos atenemos a la documentación arqueológica: aportan la urbanización de los poblados, un nuevo tipo de vivienda, ajuares cerámicos diferentes, unos hábitos artesanales no documentados anteriormente.
Por estas razones y por la cronología de los mismos: anteriores a época almohade y con un origen en el segundo tercio del siglo XII, creemos que deben explicarse como una de las consecuencias de la primera expansión feudal de los reinos cristianos del norte de la Península, -acaecida a finales del siglo XI y en el primer tercio del siglo XII-, que supuso, entre otras cuestiones, la emigración hacia las tierras del sur de los musulmanes expulsados masivamente de las ciudades conquistadas de las fronteras Media y Superior de al-Andalus.
