AUTORES: Jaime Manuel Giner Martínez (Arquitecto), María Auxiliadora Jordá Guijarro (Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos del Estado. Servicio Provincial de Costas en Alicante. Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar. Ministerio para la Transición Ecológica. Gobierno de España), Joaquín Pina Mira (Arqueólogo), y Adela Sánchez Lardiés (Arqueóloga).
La Torre del Embarcadero de La Mata o Torre de la Sal es una torre de vigilancia costera construida en la playa, junto a las salinas de La Mata, en el término municipal de Torrevieja (Alicante), para proteger y defender el comercio de la sal desde el siglo XVI.
El objeto de la torre era de tipo defensivo y fiscal y se supone la existencia de una fortificación en la entrada a un muelle empleado en la carga de sal y otros productos. En la descripción que realiza el ingeniero militar Pedro de Navas en 1787 señala que disponía de un cañón de bronce.
Las torres defensivas y de vigilancia formaron parte de las infraestructuras costeras siendo la más importante la de Torre de la Sal o Torre de La Mata que dio nombre a la pedanía, existiendo otra en la zona del Cabo Cervera, conocida como la Torre del Moro y una tercera denominada la torre-vieja que se encontraría próxima a la cala Cornuda y da nombre a la ciudad y de la que sólo se conservan los cimientos.
Inicialmente fue concebida para la protección de la antigua Era de la Sal de la Mata y del muelle de embarque que existió adentrándose en el mar delante de la torre y del cual todavía quedan algunos restos.
De planta circular, volumen cilíndrico, y un diámetro de 6,40 metros está construida con mampostería y grandes sillares en la formación de huecos y bóveda. El conjunto delatorre y el embarcadero sufrieron diversas reparaciones a lo largo de la historia, a causa de los sucesivos temporales. Tras su abandono, permaneció en ruina hasta 1982, cuando se realizó una intervención de reconstrucción y posteriormente, en 2003, se intervino drásticamente su fisonomía exterior. Obras realizadas a cargo del Ayuntamiento sin que conste proyecto de intervención ni justificación de los criterios de actuación, lo que había derivado en una grave alteración del monumento.
Con motivo de las lluvias y el temporal marítimo registrado durante el mes de marzo de 2017, se produjeron una serie de daños en la costa de la provincia de Alicante, afectando a la Torre del Embarcadero de La Mata, monumento histórico artístico ubicado en el dominio público marítimo terrestre, con calificación de Bien de Interés Cultural.
El temporal marítimo afectó a la plataforma que protegía la Torre, descalzando su base y desprendiendo parte de su mampostería, así como, la del muro que delimita la era de la sal, produciendo su descalce.
Estos daños hacían peligrar la estabilidad de la Torre y de los muros del embarcadero y del alfolí de la sal, instalaciones asociadas a la explotación salinera de Torrevieja que datan del siglo XVII
Por estar ubicada la Torre y el embarcadero en la zona de dominio público marítimo-terrestre (DPMT) en la Playa de la Mata, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, encargó el proyecto para “Consolidación y Restauración de la Torre de La Mata y embarcadero de la Sal, en el término municipal de Torrevieja (Alicante)”redactado por el arquitecto Jaime M. Giner y la ingeniera María Auxiliadora Jordá. Simultáneamente se realizó un estudio previo de carácter histórico-arqueológico por el arqueólogo Joaquín Pina.
El proyecto venía a resolver los problemas mecánicos de la plataforma afectada, obra reciente que desvirtuaba su origen histórico. Asimismo, se proponía una conservación estricta de los restos conservados, eliminando todo material impropio y recuperando la volumetría original, de acuerdo a la documentación histórica, gráfica y literal. La intervención pasaba por la demolición de la improcedente reconstrucción de los años 80 y la eliminación del moderno chapado ejecutado en la última intervención. Se proponía la recuperación del cuerpo de escaleras adosado a la torre y la recuperación mínima de su altura original. También se propuso la recuperación del muelle del embarcadero mar adentro, como primera medida de protección de la Torre a la vez que se ponía en valor los restos de las pilas originales conservadas bajo el mar.Todos los trabajos de obra se acompañan de un seguimiento arqueológico para documentar y justificar los límites de la intervención.
Las obras se iniciaron en julio de 2017, en un entorno de extrema exposición ambiental, con un pie en tierra y otro en el mar, donde el batir de las olas complicaba cualquier actuación. La primera actuación fue construir un dique de protección con grandes sacas de arena que permitiera resguardar la Torre y a los operarios.
Los trabajos de demolición fueron seguidos minuciosamente por los arqueólogos para discernir entre la obra añadida que sería demolida y los restos originales a conservar. Tras la demolición y limpieza arqueológica llegaba el turno de la toma de decisiones, previa comprobación de las hipótesis formuladas en el proyecto, como pudo ser el hallazgo del cuerpo de escaleras con las improntas de los escalones en los paramentos interiores. Por otro lado, estaba el estado de conservación/alteración de la mampostería exterior, y las transformaciones sufridas en los huecos de la torre, lo que se pudo documentar arqueológicamente.
Se realizó un gran esfuerzo para documentar cualquier hallazgo relacionado con el muelle, su geometría, materialidad o superposición de soluciones de las que solo se tenía documentación histórica y escasos restos materiales. Ante la ausencia de datos relevantes se continuó con la ejecución prevista en proyecto, basada en referentes próximos, aunque las complicaciones durante la ejecución y el cumplimiento de las condiciones del contrato obligaron a su ejecución parcial, finalizando las obras en diciembre de ese mismo año.
Con el fin de completar la actuación prevista, se redactó en julio de 2018 un nuevo proyecto para “Consolidación y Puesta en valor del Embarcadero de la Sal, en el T.M. de Torrevieja (Alicante)” igualmente redactado por el arquitecto Jaime M. Giner y la ingeniera María Auxiliadora Jordá, manteniendo los criterios del anterior proyecto, pero habiendo ampliado la investigación formal y material de las pilas conservadas del muelle.