Reuniones Científicas en el MARQ

LA TORRE DE LES CALETES (BENIDORM, ALICANTE)

AUTORES: Joaquín Pina Mira (Arqueólogo), y Adela Sánchez Lardiés (Arqueóloga), María Auxiliadora Jordá Guijarro (Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos del Estado. Servicio Provincial de Costas en Alicante​. Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar. Ministerio para la Transición Ecológica. Gobierno de España), Jaime Manuel Giner Martínez (Arquitecto).

La torre de les Caletes o de la Punta del Cavall figura en el catálogo de Bienes de Interés Cultural de la Generalitat Valenciana. Se encuentra enclavada en el término municipal de Benidorm, en la zona de dominio público marítimo-terrestre (DPMT) en el Parque Natural de Serra Gelada, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) ES5213021 “Serra Gelada i Litoral de la Marina Baixa” y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) ES0000121“Illots de Benidorm i Serra Gelada”.

Forma parte del sistema defensivo costero creado en la primera mitad del siglo XVI por la Corona española para la defensa de la frontera costera frente a las naves corsarias procedentes de Argel, Túnez o Génova. Este sistema, de origen medieval, fue administrado y mantenido por el Resguardo de la Costa, institución que organizó el territorio en requerimientos, siendo el de La Vila Joiosa al que pertenecía esta torre.

La torre de les Caletes se conservaba en estado de ruina como una torre desmochada, faltándole una porción superior. No se conoce documentación gráfica histórica de su configuración, salvo un plano de 1870, del ingeniero Aguado, cuando ya había sido asediada, bombardeada e incendiada.

La torre se sitúa al borde de un acantilado, aunque con toda probabilidad, cuando se construyó la torre, se podría transitar en torno a su perímetro. Sin embargo, el desprendimiento de bloques de roca en el frente del acantilado ha hecho que se vaya perdiendo parte de superficie del macizo llegando al estado actual. La evolución del talud es tal que el borde superior del mismo se encuentra prácticamente alineado con el pie del torreón.

La situación de abandono y deterioro en el que se encontraba la Torre de les Caletes, motivó la realización de obras de emergencia por parte del Servicio Provincial de Costas. El progresivo deterioro de una construcción con estructura realizada en mampostería irregular trabada con mortero de cal, afectada por desprendimientos de material constructivo y filtraciones por lluvias, habían dejado al Bien en un estado bastante crítico, lo que hacía necesaria una intervención inmediata.

Los trabajos fueron diseñados en tres fases. La primera de ellas fue eminentemente arqueológica y contemplaba las actuaciones previas a la intervención arquitectónica. Su objetivo se centró en la excavación del perímetro circular de la torre, a fin de documentar los cimientos de la misma, y la de un área cercana, donde se habían detectado restos de una posible construcción o bancal.

La intervención en la cimentación de la torre conllevó la realización de excavaciones en diferentes puntos del Bien; por una parte se llevó a cabo un sondeo junto al espolón de la torre con el objetivo de documentar su cimentación y conocer la estratigrafía; así mismo, también se actuó en la zona situada junto al acantilado sobre el que se erige, así como en el lado norte de la misma, desde donde se realizó la apertura de una zanja que enlazaba con el sondeo efectuado previamente junto al espolón. En el proceso se documentó gran cantidad de material constructivo que parecía proceder de la zona superior de la torre.

Las tareas finalizaron con la limpieza y documentación del basamento de la zona sur de la torre y con la realización de una prospección arqueológica en la zona circundante y la elaboración de un plano de los hallazgos de material arqueológico en superficie realizados.

La segunda de las fases de actuación contemplaba la rehabilitación del Bien en base al “Proyecto básico y de ejecución para consolidar y reparar la Torre de les Caletes, en el T.M. de Benidorm (Alicante)”, redactado por el arquitecto Jaime M. Giner y la ingeniera María Auxiliadora Jordá. Esta fase contó con el seguimiento arqueológico de la actuación y con la excavación de los rellenos interiores de la torre, que en estos momentos se consideraban en estado ruinoso.

Al inicio de los trabajos los objetivos marcados por el proyecto contemplaban una serie de tareas a realizar. De un lado, se planteaba el recalce de los muros con falta de estabilidad, la recuperación del trazado circular de la torre, mediante el empleo de piedra local y mortero de cal, y la eliminación de morteros impropios y de juntas en mal estado. Por otro lado, la consolidación de los muros existentes y la reposición de mampuestos faltantes, mediante el aporte de mortero de agarre en profundidad e inyecciones de cal en el interior. Y finalmente, la consolidación superficial de todas las superficies desmochadas y el retocado con mampuestos o cascotes para eliminar oquedades, favoreciendo la evacuación de agua pluvial, conservando de igual modo el acabado original, en aquellos puntos donde aún se conservase, además de la eliminación de graffiti y restos de pintura del exterior de la torre. Estas tareas se complementaban con el tratamiento desus tres anillos constructivos, diferenciando plásticamente los paramentos regulares frente a los planos de roturacompletando el anillo interior hasta conseguir nivelar su altura conservada, favoreciendo en el resto evacuación de aguas hacia el exterior y la protección del núcleo de rellenos interior.

El riesgo de desprendimiento de algunos bloques del acantilado comprometería la estabilidad de la Torre. Para evitarlo se diseña una tercera fase que tiene por objeto la estabilización del macizo rocoso sobre el que se asienta la torre y el sostenimiento del frente del acantilado colindante. Se realiza un bulonado con barras de fibra vidrio y malla de protección en el tercio superior del acantilado. Debido al alto grado de fracturación en superficie, la actuación se completa con una campaña de inyecciones armadas de consolidación alrededor de la torre.

Todos los trabajos contemplados fueron llevados a cabo de acuerdo al proyecto y consensuados entre todos los profesionales que intervinieron en los mismos; si bien la intervención efectuada en los rellenos interiores fue la más interesante, dado que la excavación arqueológica ofreció un resultado inesperado.La investigación previa siempre había considerado que la Torre de les Caletes había sido destruida y arruinada durante la Guerra de la Independencia, sin embargo, la excavación arqueológica vislumbró una realidad totalmente diferente ya que la torre conservaba prácticamente la totalidad de su cámara interior intacta. De este modo, el proyecto pasa a convertirseenel primero en actuar en una torre de defensa costera bajo metodología arqueológica.

La intervención arqueológica ha ofrecido además la posibilidad deestudiar un conjunto cerrado de materiales entre los que destacan de manera especial los orgánicos: restos de vegetación, frutas, maderas, corchos, etc., a los que se suman una serie espectacular de objetos fabricados en esparto como alpargatas y capazos, así como telas y tejidos diversos, que convierten a este conjunto en un unicum arqueológico. Su estudio permitirá aportar una interesante información, no sólo del modo de vida de los torreros que habitaban la construcción sino también del medio ambiente del momento y del paisaje del lugar.

Todo ello, también condicionó de manera clara la intervención arquitectónica, ya que hubo que integrar la cámara interior recién exhumada en el proyecto de consolidación de la obra, solucionando problemas antes no valorados. De manera que la mejora del conocimiento del estado de conservación y del propio Bien patrimonial conllevó una adaptación del proyecto arquitectónico.